Hace unos pocos años se tenía cierto respeto por las palabras y las promesas que se decían y solían hacerse, más aún cuando éstas tenían que ver de manera directa con los sentimientos que los demás inspiraran en cada uno. De manera lastimosa, la situación ha cambiado, pues cada día es más frecuente escuchar sin más ni más un "Te amo" o "Prometo hacerte feliz por siempre" dicho a la ligera, porque la pareja no lleva ni un mes de conocerse y dos semanas de estar saliendo en una relación que dista mucho de ser formal.
Desde luego que todo el mundo tiene derecho a sentir, decir y hacer lo que mejor le parezca; sin embargo, como personas deberíamos tener un mediano respeto por el otro y no jugar con los sentimientos ajenos, y de este modo no prometer algo o manifestar un afecto que en realidad no se siente.
Por lo general, son los jóvenes quienes con más facilidad sueltan promesas o palabras sin tener en cuenta el daño que puedan generar a quienes las dicen, y es necesario que conozcan las consecuencias y razones por las cuales deberían pensarlo mejor antes de hacerlo. Aquí acomoda esa frase de "Piensa, antes de hablar"
Por la anterior razón considero necesario exponer, de manera clara, tres razones por las cuales no debes de precipitarte al decir "Te amo" sin sentirlo, o hacer una promesa sin tener el propósito de cumplirla:
1. Dañarás a alguien que sí sienta algo fuerte por ti
Dicen las canciones que gustar, querer y amar son cuestiones diferentes, por eso la invitación es a que seas congruente con lo que piensas y sientes y, desde luego, que actúes en consecuencia; así evitarás que en el futuro seas víctima de tus propias acciones.
Lógicamente eso no te libra de que alguien te haga daño, pero si actúas de manera coherente, seguro tu paz mental será mayor, a diferencia de llevar la carga de haberle mentido a alguien respecto al afecto que decías sentir.
2. Perderán confianza en ti
Si una y otra vez prometes y no cumples o acostumbras a decirle a cada persona que llega a tu vida que la quieres y no tienes ni dos días de conocerla, créeme que no estás dando una muy buena impresión sobre quién eres, y no serás tomado en serio.
Si de veras quieres a alguien, espera a que esa persona manifieste sentir algo similar a lo tuyo, de ese modo no sólo evitarás quedar como alguien inmaduro, sino que no saldrás herido por haberte precipitado.
3. Se te hará difícil tener claro cuando de veras ames a alguien
Al decirle a cuantas personas conoces que las quieres o las amas sin que realmente sea así, en el momento en que de verdad llegues a conocer a la persona indicada, con quien quieras compartir la vida, es probable que tengas complicaciones para definir lo que sientes, y como consecuencia vacilarás y te harás inestable en la relación; en el mejor de los casos lograrás definir tus afectos antes de que tu pareja se canse de tus dudas, pero eso requiere madurez y a veces ésta nada más se logra con las equivocaciones.
Es normal que se quiera agradar a las personas, pero la mejor manera de lograrlo es teniendo claro que sólo pocos son merecedores de tu afecto; por lo tanto, procura ser honesto respecto a lo que sientes y piensas de los demás. Recuerda que todas las personas que te rodean —gustes o no de ellas— merecen, antes que otra cosa, tu respeto.