A mi hija
Un tercio de mi vida en tu existencia,
y mi experiencia de vida se ha esfumado.
no encuentro remedio en mi vivencia,
para charlar contigo a mi costado.
Por más que busco en los recuerdos,
de amor, de risa, de todo lo entregado.
busco, reviso y no me acuerdo,
si fallé, que segundo, de que día te he fallado.
No busqué perfección para agradarte.
No vi más allá de mi pequeña.
que la vida de ser padre, como arte
te despoja, te da y así te enseña.
Mi libertad no quiero para ti,
y que seas libre, quiero a la vez
certera contradicción me aflige a mí
¿será que está asomando mi vejez?
Un tercio de mi vida que te empuja.
Ya la vida te llama, te deslumbra,
con amor y libertad ella te embruja.
ya no soy la llama que te alumbra.
No quiero que la vida con sus tretas
el amor me cambie, y me confunda
ayúdame a sacarte las caretas,
y verme en tu alma, tan profunda.
Tu padre seré, mientras la vida
la luz de tus ojos me regale,
mi hija serás, niña atrevida
aunque la parca con su hoz a mí me jale.