Para mi hija
Hija mía:
Yo no te di la vida, para que tu la dieras por mi,
te di la vida, porque yo quería ser madre,
porque te quería querer,
porque yo quería una cuna que mecer y una niña a quien amar.
Te di la vida, para enseñarte lo poco que sabía,
para hablarte de Dios en quién creía,
para escucharte y ver como reías,
y sentir junto a mí como crecías,
te di la vida, para que tu engendraras otras vidas,
para que tu sin mi prosigas.
Si crees que algo me debes, ni lo digas,
que con que mi recuerdo tu bendigas, será suficiente.
“Te amo hijita de mi vida”